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- Recopilación de mini-relatos
lunes, 30 de junio de 2014
Hoy aprovechamos para recopilar las tres mini historietas que escribimos nosotros durante este, por si os las perdisteis en Facebook. Pertenecen a la sección "Una imagen. Un relato". Y la imagen inspiradora en esta ocasión fue la siguiente:
Querido diario:
Sumamos un día más con normalidad. Al amanecer estaba algo molesto por la humedad, que
ya sabes que se te mete dentro del cuerpo y no agrada nada; pero bueno, con un ratillo
tomando el sol ya uno se seca. El primero ha sido Don Manuel, hoy con el periódico infestado
de noticias futboleras, lo cual le aburre un poco, porque se ha ido antes de lo habitual. ¡Por
cierto! Ha cambiado de bastón y la verdad es que el roce de este cuando lo deja apoyado
encima de mí es algo más agradable que el del anterior.
Luego se volvieron a acercar el grupo habitual de estudiantes con sus bocadillos. Siguen sin
saber hablar de nada más que de la chica que les rechazó el fin de semana. Y yo me pregunto:
¿será la misma todas las semanas? en caso de que no fuera así, ¿hay realmente tantas chicas
en la ciudad?
Menudo sol de justicia al mediodía. Suerte tengo que mis materiales han sido bien tratados en
la fábrica, si aún estuviera en mi pieza entera en ese bosque (¡cuánto tiempo!), habría temido
gravemente por mi integridad, a riesgo de arder en llamas.
Y por la tarde los tortolitos... Al principio la pasión era bonita, ahora ya aburre y tanto magreo
encima de mí hasta me asquea. En fin, es lo que hay y para eso está uno aquí.
Y al fin la noche, donde nunca nada sucede de forma habitual. Algunas noches no sucede nada
y otras, simplemente, ocurren demasiadas cosas. Hoy no ha sido especialmente extraordinario,
solo una chica haciendo deporte, a la que he ayudado con flexiones y abdominales para que no
se manchase en el suelo. Me ha dejado algo de sudor encima, pero ya entrada la noche se ha
mezclado con la humedad, que ya empezaba a notar, y vuelta a empezar. No creo que mañana
sea un día muy diferente, aunque eso nunca se sabe.
"Es el mejor momento del día. Me siento en este banco raído cubierto por la agradable sombra de la tarde, me tomo a sorbitos el delicioso café que calienta mis manos y siento que el mundo se detiene. Aquí he leído los libros que me han hecho reír y llorar, he gestado mis mejores ideas y mis versos más tristes, he jugado a la noria de los pensamientos y observado a toda clase de gente pasar ante mí mientras mis curiosos ojos inventaban sus vidas. Siento que este lugar es parte de mí y cada tarde a la misma hora regreso como un barco que ansía su puerto predilecto."
"Hasta aquella mañana lluviosa no éramos más que dos desconocidos en una grande y pequeña ciudad. Si hubiésemos pasado el uno al lado del otro, ni siquiera nos habríamos visto. Habríamos pasado desapercibidos en la muchedumbre. Pero el destino tiene idas y venidas, para nosotros fue la lluvia.
Aquella mañana, en el comienzo de la estación de lluvias, fue cuando lo vi por primera vez. Un joven alto, delgado y vestido de traje, bebiendo cerveza y comiendo chocolate, lo primero que se me pasó por la cabeza fue: "¿Y este de qué debe trabajar?". Pero no dije nada, me senté y empecé a dibujar.
Los días pasaban y terminamos por conocernos. Los dos pensábamos igual. En las mañanas de lluvia nos parecía un desperdicio ir al colegio o a trabajar, para quedarnos encerrados en una habitación fría y sin vida. Las mañanas de lluvia eran el único momento en que un pedazo de ese cielo siempre tan distante caía en nuestras manos.
Cada día lluvioso hacíamos lo mismo, siempre nos encontrábamos en el parque. No eran citas, no. Sencillamente, sabíamos que los días de lluvia nos veríamos en ese banco. Y así fue, hasta que la estación de lluvias terminó. Esta mañana también he ido a ese banco, pero él ya no estaba ahí. Y de esta forma mi primer amor se ha ido junto con las lluvias. Y ese banco, lleno de recuerdos, es ahora asiento de hojas marchitas. Pero quién sabe, quizás es sólo hasta que vuelva la lluvia "
¿Qué os parecen?
¿Cúal sería la vuestra?