miércoles, 6 de agosto de 2014
La melancola muerte del chico ostra
(The melancholy death of oyster boy)
Autor: Tim Burton
Ilustrador: Tim Burton
Editorial Anagrama
Es un libro de poemas ilustrado, hasta aquí parece todo normal, pero el autor es Tim Burton y
a partir de esa premisa todo puede ocurrir. Nos encontramos ante un conjunto de mini
poemas sobre personajes raros e imposibles (al nivel de un chico con ojos de clavo y una chica
cerilla).
Contundente como un mazazo, impregnado completamente de humor negro y exento
de finales felices. Si sois fans de libros como Los conejos suicidas o el programa de televisión Mil maneras de
morir es más que probable que este libro os encante. Mi advertencia es que si no os gusta el
estilo de los dos anteriores: este libro no es para vosotros. 
Mi historia favorita es la última: “Chico ancla”. Dentro de todo ese caos de alma macabra, esta
en concreto, creo que encierra una verdad profunda, sentimental y muy realista. Me pareció
muy distinta al resto y por eso es mi favorita.
A partir de este libro hicieron una serie llamada Stainboy (que en su momento retransmitió
Canal plus y que ahora podéis encontrar en YouTube, con un apropiado cartel de “no
recomendada para menores de 13 años”) en la que uno de sus personajes “El Chico Mancha”
recibe órdenes firmes de cargarse, a esos que su jefe llama, “bichos raros, malos para la
sociedad”. En cada capítulo acaba (de las formas más bestias e inesperadas) con cada uno de
los personajes que iban apareciendo en el libro original. El comentario final del jefe en cada
uno de ellos, cuando el Chico Mancha se los trae, no tiene desperdicio.
Consta de seis capítulos
de los que os dejo el enlace aquí, por si os pica la curiosidad:
Episodio 1
Episodio 2
Episodio 3
Episodio 4
Episodio 5
Episodio 6
Resumiendo, este es tu libro si te gusta el humor extremadamente macabro que, en el fondo,
no es más que una crítica mordaz disfrazada de fábula, para mostrarnos cómo ve el mundo a
quien es diferente.
Me despido con una de sus frases que viene como anillo al dedo para lo que acabo de decir:
“Chico Toxico:
(quienes de verdad lo amamos
lo llamamos siempre Max)”.
