viernes, 28 de febrero de 2014
Sé que es casi un crimen decir
esto, pero yo no he leído el famoso clásico
Frankenstein de Mary Shelley. Aun
así, no ha sido un impedimento para poder
leer esta nueva versión ilustrada por Meritxell Ribas y escrita por Sergio A.
Sierra.
Muchos creen que Frankenstein era
el nombre del monstruo pero en realidad este no tenía nombre, fue el doctor que
lo creo el que se llamaba Víctor Frankenstein.
El libro empieza contándonos sobre
la infancia de este doctor y como llegó a desarrollar tal experimento: crear
vida. El libro nos explica las
dos versiones de la historia: la del doctor Frankenstein horrorizado
por el monstruo que ha creado y la del propio monstruo. En este ocasión el
autor le da personalidad y capacidad de razonar lo cual le llevará a decidir si
elegir ser bueno o malo. .jpg)
La pregunta del millón parara el lector sería ¿De
parte de quién estás? En realidad la respuesta a esa pregunta podría convertirse
en todo un debate, pero, dejaremos que os sumerjáis en sus vividas páginas y os sorprendáis.
Aunque como decía al principio, no he leído la historia original de Mary
Shelley, se nota el gran respeto que le tiene Sergio, al plasmar el lenguaje y
la atmósfera de la época con sencillez.
Nos habla de como reacciona la
gente a lo diferente y en lo que el ser
diferente puede llegar a convertirse por el modo en que es tratado. Hallaréis reflexiones cortas pero muy intensas que calan hondo.
.jpg)
En cuanto a la ilustración, es una verdadera maravilla. No solo en
lo referente al trazo y a los personajes, sino en la atmosfera oscura y tétrica
de la que está impregnada esta historia. En ocasiones es como si la escala de
grises llegará a vibrar y oyeras el eco de las voces de los personajes y el
ruido del viento y de la lluvia. Incluso el silencio está presente en las
viñetas.
Desde mi humilde punto de vista me
parece un gran trabajo pero me comprometo a leer “Frankenstein”de Mary Shelley
. Quizás no para hacer una comparativa,
porque se trata de una versión,
pero si para estar más documentada y poder apreciar más el trabajo al conocer
su origen.
Desde aquí os animamos a tener
esta preciosidad en vuestras estanterías.
