viernes, 2 de agosto de 2013
Título: El faro de la mujer ausente
Autor: David Fernández Sifres
Editorial: Edelvives
ISBN: 9788426381477
Núm. pgs: 208
NIVEL DE DIFICULTAD: Medio
SINOPSIS:
Un disparo en los acantilados, una mujer que no existe, un farero misterioso y el secreto de un nombre. Ahora Hugo tiene sangre en sus manos. ¿Qué vio realmente? Cuando intenta entenderlo se descubre frente a un enigma que hunde sus raíces en la Segunda Guerra Mundial. Su visita a Normandía puede convertirse en un viaje a la locura. Para encontrar respuestas tendrá que remover recuerdos dolorosos y abrir viejas heridas que sacarán a flote lo peor y lo mejor de la condición humana. Hugo había jurado no contar nada, pero es el momento de hacerlo.
COMENTARIO:
“Merece la pena vivir si se puede sentir ese amor, aunque sea un instante.”
“Y en ese momento supe tambén que hay historias que no es justo que mueran con sus protagonistas.”
El faro de la mujer ausente cuenta la aventura de cinco chicos envueltos en un halo de misterio acerca de unos acontecimientos ocurridos mucho tiempo atrás, cuando la Segunda Guerra Mundial arrasó el mundo entero. Como si fueran Los Cinco, de Enid Blyton, pero con una postura adolescente y una predisposición insólita y moderna, los protagonistas de esta historia se atreven a revivir en su interior y en boca de supervivientes, la tristeza de enfrentamientos, traiciones y dolor que se esconden detrás de una Guerra.
Sin saberlo, Hugo, el protagonista, destapa la manta que cubre un hecho que había quedado escondido y equivocado durante muchos, muchos años. Había llamado la atención de algunos habitantes del pueblo, pero les llamaron locos por ello y el misterio quedó sin resolver. Más aún, la mentira de una traición quedó sin descubrir. Al reseñar este libro debo hablar de Guerra, misterio y amor.
Guerra: Con esta historia, David Fernández Sifres, nos desvela lo que significa para él una guerra.
“Nos hablaron de lo absurdo de las guerras, de regueros de sangre que desembocaban en el mar, de los sonidos atronadores de miles de bombas y de los gritos desgarrados de los heridos. Pero, sobre todo, nos hablaron de miedo. Porque el miedo, dijeron, no conoce de países ni de lenguas; el miedo de morir con dieciocho años quema igual, lleves la bandera que lleves en la solapa y acates órdenes de un alemán con bigote o de un americano de frente generosa.”
Y aún sigue más, para contarnos lo que, a mi modo de ver es tremendamente cierto y aterrador. El miedo de una guerra te cala hasta los huesos, se queda en tu interior, porque no lo decides tú, no lo provocas tú, es totalmente ajeno a tu voluntad. Estás envuelto en una guerra y no puedes más que gritar. Vas a morir, en vida o en sueños, porque el recuerdo de una guerra te perseguirá hasta el fin de tu vida. Eso significa miedo.
“El miedo no se finge, se siente, y es una sensación demasiado fuerte como para poder ocultarla.”
Hay un párrafo del libro que dice que ya no quedan abuelos por contar sus batallas de la guerra y, desgraciadamente, corremos el peligro de olvidar y cometer los mismos errores de siempre. Por ello es necesario herramientas que permitan recordar cada día la existencia de estos hechos, para que lo pensemos dos veces antes de volver a repetirlos. Monumentos, museos, fotografías, libros y poemas. Todo es válido para recordar el pasado. No hay que vivir en él, en absoluto, pero no debemos dejar de conocerlo y, mucho menos, de olvidarlo.
Esta es una foto donde el autor sitúa la escena de uno de los capítulos Sword Beach. Y escribe:
“la tranquilidad de cualquiera de esas playas, con las olas acercándose suavemente a besar una arena finísima y tostada, hacía difícil imaginar que poco más de cincuenta y cinco años atrás hubieran estado saciadas de barcos y aviones que escupían soldados, infestadas de minas, surcadas por millones de balas y sembradas de miles de cadáveres.”
Misterio: Los cinco chicos se ven envueltos en un misterio por resolver. Están cargados de adrenalina para resolverlo y consiguen transmitirlo al lector. Tras superar sus diferencias, estos tres chicos y dos chicas se unen formando un equipo que quiere llegar hasta el final del asunto. Cinco chic@s de cinco nacionalidades diferentes, deben superar sus diferencias culturales y personales, para liberar almas atormentadas. Un escenario donde hubo una guerra y donde no faltan elementos necesarios para hablar de misterio con mayúsculas, un faro, unos túneles camuflados, fantasmas del pasado y personajes poco amistosos que esconden historias que no desean remover. No puedo desvelar más, porque sino dejaría de ser misterio. Se trata de un puzzle que camina entre lo real y lo imaginario y las piezas deben juntarse para que se encuentren dos pesadillas, para que vidas truncadas encuentren su paz. Estos chicos no sólo resuelven un misterio sino que otorgan el descanso eterno a unas almas atormentadas.
Amor: Aquí también hay amor, sí, porque sino no sería una historia cierta. En todos y cada uno de los relatos de la vida, hay un momento de amor, porque es inherente a nosotros y porque sentirlo, renueva nuestro ser. Me quedo con una cita, que define con qué exquisitez el autor nos habla de amor, para enfrentarlo a los horrores y las traiciones de una guerra y, de este modo, ofrecernos un respiro y una pizca de luz:
“La levanté sin problemas y ella se abrazó con fuerza a mi cuello. Apoyó su cabeza en mi hombro y yo deseé que hubiera diez kilómetros hasta la orilla.”
Amor e inocencia, es lo que salva el odio.
Por cierto: existe realmente en Caen el Museo Memorial de la Paz , citado por el autor y escenario donde se revela una de las principales pistas del misterio.
En la página de la Editorial encontraréis más información acerca de este libro.
Añado este comentario unos meses después de este post. Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a David Fernández Sifres, el autor de este libro. No os perdáis todo lo que se comentó sobre los protagonistas y mucho más. Pincha AQUÍ para acceder a la entrevista.
