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- Nuestro rincón creativo: La cazadora de estrellas
viernes, 16 de mayo de 2014
Lo usaremos para compartir las
pequeñas historietas que se nos van ocurriendo a los miembros del equipo de
“Los libros de Bastian”. Esperemos que os hagan soñar y que os inspiren para
obrar mayores hazañas literarias.
LA CAZADORA DE ESTRELLAS.
(Relato escrito por Mar)
“Dentro de una caja, sobre un
cojín mullidito y arropado con dulzura, encontraron un Corazón Soñador. Al alzar
su sabana descubrieron bordada la historia de su antigua propietaria.
Este corazón fue propiedad de una
chica alta y esbelta llamada Anastasia. Tan alta era que siempre tenía la
cabeza en las nubes y era eso lo que la gente del pueblo le recriminaba.
Siempre leyendo, siempre mirando el cielo cómo si de un teatro se tratara.
Anastasia estaba obsesionada con
el cielo, tanto le fascinaba que saltaba de la silla para no sentir el suelo
durante un instante, que se subía a los árboles para convertirse en pájaro y
sentirse cercana al cielo, hasta que sus padres la despertaban con una dosis de
realidad.
Quizás lo más peligroso que hizo,
alguna vez, fue saltar desde un acantilado. Tranquilos, no saltó al vacío, no.
Saltó al mar, saltó al mar para poder darme a mí su corazón, para que me
pudiera figurar cómo sería tocar el cielo y volar. Pero el impacto fue tan
fuerte que la despertó de golpe y fue necesaria la ayuda de un pescador para
llegar a la costa donde se arremolinaba la espuma y donde las conchas juegan al
escondite en la arena.
Una noche de primavera, cuándo
las estrellas recorrían el cielo con mucha prisa, cómo si llegaran tarde a una
fiesta del té, Anastasia, aún despierta, salió de casa, miró el cielo durante
un suspiro, cerró la puerta sin hacer ruido y se dirigió con determinación
hacia su inmensidad sin siquiera titubear un instante, con paso lento pero
firme, sin detenerse y sin mirar atrás.
Anastasia desapareció. Pasó el
tiempo y se continuaba sin tener ninguna pista, hasta que, cierto día al cabo
de los años, llegó a oídos de la gente del pueblo la noticia de que, en las
Montañas del Sur, pasado el Bosque Blanco y después de las Valles del Süd,
había una chica blanca cómo la nieve, de pelo cobrizo y ojos negro noche. Una
chica preciosa, alta y esbelta que se dedicaba a cazar estrellas, que te las
buscaba si las perdías, no importaba si eran estrellas rápidas o invisibles, no
importaba si eran de mar o de montaña, ni tampoco sus formas o sus colores,
ella las encontraría. Tan buena era en su trabajo que este le trajo la fama.
Y ella vivía allí, donde el cielo
era más cercano, dónde, en la noche, las luces de la ciudad no llegaban. Dónde
al llegar la noche, cogía su pequeña barca, se dirigía al lago y remaba a lo
largo de la Vía Láctea. Eran ella y el espacio. Su sueño ya no era un sueño.
Había conseguido tocar el cielo.
Sólo los soñadores pueden cambiar
su destino. Porqué es el amor y la admiración a los mirajes el combustible que le permite al mundo
girar. Y es que nadie, por muy poderoso, importante o listo que sea, tiene
derecho de tratar de inocente o loco a un Corazón Soñador”.
Si queréis enviarnos alguno de los relatos cortos que surcan los mares
de vuestra imaginación no dudéis, en mandarlos a
nuestro correo electrónico: loslibrosdebastian1@gmail.com.