martes, 23 de julio de 2013
NIVEL DE DIFICULTAD: Medio
SINOPSIS: Momo es una niña que posee la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás y que desea ayudar a la gente a humanizar sus vidas. Sobre todo cuando los hombres grises deciden apoderarse de uno de los bienes más preciados que poseen las personas: su tiempo. “Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.”
COMENTARIO: Tengo miedo a que me roben el tiempo y a perder mi libertad.
Os planteo una adivinanza:
“Tres hermanos viven en una casa:
son de veras diferentes;
si quieres distinguirlos,
los tres se parecen.
El primero no está: ha de venir.
El segundo no está: ya se fue.
Sólo está el tercero, menor de todos;
sin él, no existirían los otros.
Aún así, el tercero sólo existe porque en el segundo se convierte el primero.
Si quieres mirarlo no ves más que otro de sus hermanos.
Aún así, el tercero sólo existe porque en el segundo se convierte el primero.
Si quieres mirarlo no ves más que otro de sus hermanos.
Dime pues: ¿los tres son uno?
¿o sólo dos?, ¿o ninguno?
Si sabes cómo se llaman
reconocerás tres soberanos.
Juntos reinan en un país
que ellos son.
En eso son iguales.
Michael Ende, autor de Momo, ya predijo en 1973, al escribir este libro, que sucumbiríamos, una vez más, a la peor de todas las tragedias, la desaparición de la propia voluntad. Tras años de esclavismo, dominación, imperialismos y dictaduras, volvemos a completar y cerrar el ciclo en una nueva era de supresión de la libertad: nos han robado el tiempo.
Si dedicas tu tiempo libre al ocio, a descansar, a disfrutar, a relajarte… quizás estás perdiendo el tiempo. Todo eso, el tiempo libre, sólo es posible cuando hayas cumplido todas tus obligaciones. ¿Dónde está la paradoja? En que todas tus obligaciones ocupan todo el tiempo y no te queda nada libre. ¿Es esto libertad?
Es cierto que los niños son los únicos que saben disfrutar del tiempo, pues carecen de preocupaciones ni estereotipos. Por eso en el mundo de Momo la infancia es un bien escaso. A los jóvenes les imponen cumplir los horarios y llegar a todas las metas y, sin darse cuenta, su diversión se convierte en obligación. ¿Dónde queda el Carpe Diem? No hay lugar para él.
¿Qué ocurre en un abrir y cerrar de ojos? Un instante, un instante de tiempo: una joya para disfrutar. Escucha y atiende… si es que te queda tiempo para escuchar…
Por cierto, si oís hablar de El hombre del traje gris, ese nombre… no es por casualidad…
